La victimidad y la criminalidad en México están profundamente interrelacionadas, reflejando un contexto de alta incidencia delictiva y una amplia percepción de inseguridad entre la población. En 2023, el 27.5% de los hogares mexicanos tuvieron al menos un integrante víctima de algún delito, con una tasa de prevalencia delictiva de 23,323 víctimas por cada 100,000 habitantes, siendo los delitos más comunes el fraude, robo o asalto, y extorsión. Sin embargo, la gran mayoría de estos delitos no se denuncian, generando una cifra oscura o subregistro importante. Además, la percepción de inseguridad en México está en aumento, con un 63.2% de la población considerando inseguro vivir en su ciudad en el segundo trimestre de 2025, incluso cuando algunos indicadores, como los homicidios, han disminuido. La victimización no solo implica el daño del delito en sí, sino también un proceso continuo de desamparo, pérdida de dignidad y desconfianza en las instituciones, lo que impacta negativamente en l...